Qué ver en Muxía: un recorrido mágico por la Costa da Morte más auténtica
Enclavada en plena Costa da Morte y muy cerca del legendario cabo Finisterre espera al viajero la no menos legendaria y mística Muxía, una pequeña villa marinera famosa por el Santuario da Virxe da Barca y su Pedra de Abalar.
Sin embargo, no son estos los únicos atractivos de este municipio que huele y sabe a mar. Muxía son también sus mágicos atardeceres en Cabo Touriñán y sus decenas de playas de todo tipo. Y también su deliciosa gastronomía que se nutre de los productos del mar locales. Por eso, a lo largo del artículo recorreremos los mejores lugares que ver en Muxía. ¡No te pierdas nada!
Qué ver en Muxía: 5 planes imprescindibles para descubrir la Costa da Morte más auténtica
Visitar Muxía y los principales atractivos de los alrededores lleva casi un día, siendo también un viaje ideal para combinar con Finisterre, situado a tan solo 30 minutos en coche.
Una gran opción para visitar ambos lugares y otros destinos imprescindibles de la Costa da Morte es hacer un tour guiado a Finisterre desde Santiago de Compostela. El recorrido contempla el paso por algunos de los must de la zona como Ponte Maceira, Finisterre y su cabo, Carnota, la cascada del Ézaro y Muros, todo ello acompañados de un guía experto.
Santuario da Virxe da Barca
El santuario de la Virgen de la Barca (Virxe da Barca en gallego) es una parada absolutamente imprescindible por el misticismo que lo rodea. Y es que este lugar y este templo han estado unidos al Camino de Santiago desde sus inicios, pues cuentan las leyendas e historias del Camino de Santiago que fue aquí donde la Virgen llegó en barca para dar ánimos al Apóstol Santiago en su labor de predicación por Hispania.
Debido a la cantidad de peregrinos que prolongaban su caminata hasta Fisterra y Muxía se levantó ya una pequeña ermita en el siglo XII. El pequeño templo fue creciendo a la par que la importancia jacobea hasta convertirse en lo que es en la actualidad: el Santuario da Virxe da Barca, que custodia la imagen gótica de la Nuestra Señora de la Barca, considerada protectora de los marineros.

Junto a los espectaculares alrededores del santuario y ante el bravo océano Atlántico se encuentran las Piedras del Milagro. Cuenta la tradición que son los restos de la barca de piedra en la que el Apóstol Santiago llegó a Muxía, motivo por el que cada una de ellas tiene un significado y está asociada a una leyenda.
Son la Pedra do Timón, la Pedra dos Namorados, la Pedra dos Cadrís (que simula la barca de la Virgen invertida y que la leyenda cuenta que hay que pasar por debajo 9 veces para curar los dolores de espalda) y la Pedra de Abalar, hoy partida por la mitad y que la tradición asocia a la vela de la barca. De esta última se decía que los que subían encima y la abalaban (oscilaban) estaban libres de pecado.

Sin duda, Muxía es tierra de tradiciones y leyendas ancestrales que aún siguen con fervor los muxianos. Si tienes la suerte de visitar Muxía a mediados de septiembre podrás disfrutar de las fiestas de la romería de Nosa Señora da Barca, uns celebración que atrae a miles de personas a la villa.
Puerto de Muxía
Hablar de Muxía es hablar de su puerto. No podemos olvidar que estamos en la Costa da Morte, una región donde el mar lo significa todo. Si bien es cierto que durante un largo tiempo fue un puerto más de la zona, el descubrimiento del cercano caladero de Canto lo convirtió en uno de los más prósperos a partir de la década de los 60.
Ya en la actualidad, el muelle muxiano representa siempre un buen plan para empaparse del ambiente marinero local y contemplar la faena de los pescadores, que cargan y descargan pescado que acaba en la animada lonja. Allí mismo incluso podrás llevarte a casa género de alta calidad como besugo, merluza, dorada, bonito o congrio.
Además, la relación de la villa con el mar deja al viajero uno de los imprescindibles que ver en Muxía, no solo por su valor histórico, sino también por su singularidad. Y es que en el mismo puerto se localizan los secaderos de congrio de Os Cascóns y A Pedriña, los últimos secaderos de este pescado en toda Europa.
En ellos se lleva curando y secando el pescado de forma totalmente artesanal desde hace siglos, siguiendo una tradición milenaria que se enfuerzan por preservar un par de familias muxianas.
Cabo y Faro Touriñán
Aunque es el cabo Finisterre el más famoso, en realidad es el Cabo Touriñán el punto más occidental de Galicia, de la España peninsular e incluso de la Europa continental, con permiso del portugués Cabo da Roca. Ya se sabe que como dice el refrán unos llevan la fama y otros cardan la lana.
En cualquier caso, ya sea verano o invierno, Cabo Touriñán es uno de los lugares obligatorios que ver en Muxía, pues sus espectaculares paisajes suponen el lugar ideal para disfrutar de la última puesta de sol peninsular.
Además, este lugar esconde un secreto. Y es que, entre marzo y septiembre durante la época que comprenden los 2 equinoccios, este lugar se convierte en el lugar más mágico para maravillarse con el finis solis: la puesta de sol más tardía de toda Europa. Merece la pena vivirlo y, como no, llevarse un gran recuerdo en forma de fotos.
Hórreo de San Martiño de Ozón
En pocas aldeas gallegas falta un hórreo y en Muxía no iba a ser menos. Y en esa peculiar pelea que enfrasca a varias localidades sobre quien tiene el hórreo más largo del mundo, el de San Martiño de Ozón se ha afianzado como uno de los más grandes de toda la comunidad y el tercero más grande de la Costa da Morte, solo por detrás del famoso hórreo de Carnota y el de Lira.
Los hórreos son antiguas construcciones levantadas del suelo que servían para almacenar el maíz y otros productos de las cosechas del campo como las patatas, protegiéndolos así de la humedad y los ratones. Desde hace unos años están protegidos y considerados elementos del patrimonio.
El hórreo de Ozón como la mayor parte de construcciones de este tipo, se encuentra junto a la iglesia románica de San Martiño de Ozón y un antiguo monasterio del siglo XIV, al que lógicamente pertenecía. No hay que olvidar que durante la Edad Media el clero cobraba el diezmo lo que, teniendo en cuenta su tamaño, da debida cuenta del poder eclesiástico de clero muxiano. Como curiosidad llama la atención que, pese a ser propiedad de la iglesia, no exhiba en su exterior ningún tipo de cruz o símbolo religioso.
Monte Facho y otros miradores que ver en Muxía
Finalmente, en esta guía sobre lo más importante que ver en Muxía no nos podíamos dejar atrás los miradores más importantes de su término municipal. Sin duda, el auténtico rey por sus fascinantes vistas es el mirador del Monte Facho Lourido, al que se puede acceder en vehículo por carretera desde la aldea de Lourido.
Desde la cima la panorámica es memorable y, si el tiempo ayuda, permite divisar el espectacular paisaje costero desde Cabo Vilán hasta Cabo Touriñán pasando por otros lugares como Camariñas y la propia península donde se encuentra la villa de Muxía.
Por último, también merece la pena subir al mirador del Monte do Corpiño que, aunque no es demasiado alto, ofrece una postal inigualable de toda la villa de Muxía y la ría.