Ponte Maceira, descubre uno de los pueblos más bonitos de España
A orillas del río Tambre y en pleno paso del Camino de Santiago se alza Ponte Maceira, cuyo encantador conjunto etnográfico la ha llevado a obtener el distintivo de los Pueblos más Bonitos de España. Y es que esta pequeña aldea de la parroquia de Portor, situada justo en el límite de los municipios coruñeses de Ames y de Negreira, parece atrapada en el tiempo embrujando a todo visitante que se deja caer por aquí.
Es fácil de reconocer este pequeño pueblo por sus casas medievales con fachadas llenas de enredaderas, sus gruesos muros de piedra, su puente gótico y sus molinos. Todos ellos con un encanto propio de esa Galicia Mágica que tanto gusta, con un toque hechizante y otro de viaje en el tiempo.
Una visita imprescindible en cualquier viaje a Galicia que tienes la ocasión de descubrir de primera mano con un guía local experto haciendo la excursión a Finisterre desde Santiago de Compostela. Veamos ahora todo lo que ver en Ponte Maceira. ¡Comenzamos!
Qué ver en Ponte Maceira, uno de los pueblos más encantadores de Galicia
Ponte Maceira es una aldea pequeña formada por un caserío medieval, un magnífico puente de piedra y un templo, además de varios molinos. Sin embargo, para no perderse nada te dejamos con una pequeña guía con los imprescindibles.
A Ponte Vella de Ponte Maceira
Sin duda el principal reclamo de Ponte Maceira es el que muchos aún llaman «A Ponte Vella», un magnífico puente románico remodelado durante la Edad Media que salva el río Tambre. Aunque muchos le atribuyen un origen romano (algo que suele aplicarse en Galicia en muchos puentes), los historiadores convienen en datar el inicio de su construcción en torno al siglo XIV, fechando su reconstrucción en el siglo XVIII debido a los desperfectos provocados en las frecuentes crecidas del Tambre.
Arquitectónicamente se trata de un puente con una calzada de 3 metros de ancho que descansa sobre cinco arcos apuntados de diferentes alturas y dimensiones, con un arco central de bóveda ojival de mayor amplitud. Dispone también de dos aliviaderos en sus extremos y varios contrafuertes encargados de soportar las crecidas de caudal.
El puente de Ponte Maceira está hecho con sillares de granito, cimentados sobre la propia roca del río. Quizás sea esta robusta construcción la que le ha permitido mantenerse en pie durante varios siglos y ser el escenario de varios acontecimientos históricos, como la batalla entre las tropas del Conde de Altamira y la Mitra compostelana.
También cuenta la leyenda de la tradición jacobea que fue aquí donde un puente se vino abajo aplastando entre sus piedras a los soldados romanos del régulo de Dugium que perseguían a los discípulos del Apóstol Santiago que habían pedido un lugar digno para enterrar a su maestro. Por eso no extraña que hoy en día Ponte Maceira sea paso clave para aquellos peregrinos que no dan por finalizado su Camino de Santiago en la capital de Galicia y continúan su periplo hacia el finis terrae en Fisterra.
Los molinos de agua
Entre los grandes atractivos de Ponte Maceira se encuentran sus 3 viejos molinos de agua, de los cuales 2 se pueden visitar y uno se ha acondicionado como restaurante. En su interior aún se pueden ver sus grandes piedras que aprovechaban la fuerza del Tambre para moler los cereales.
Se trata de construcciones de piedra que conservan la esencia antigua y encajan de forma armónica con la imagen de las casas de la aldea, muchas de las cuales exhiben blasones heráldicos en sus fachadas.
Capilla de San Blas o del Carmen
Justo en frente de uno de los extremos del puente, junto al camino que lleva a los molinos se encuentra una encantadora ermita de estilo dieciochesco que fue ampliada posteriormente con un ábside neorrománico. La Capilla de San Blas, también conocida como Capilla del Carmen, destaca también por su coqueta espadaña central en la fachada sur.

Merece la pena también coger el coche y desplazarse desde Ponte Maceira a la cercana iglesia parroquial de Santa María de Portor. Se trata de un precioso templo románico que muchos consideran el mejor conservado de toda la zona y cuya fachada y torre fueron construidas en el siglo XVII. La planta se distribuye en cuatro tramos en los que se pueden ver capiteles historiados, arcos ciegos, semicolumnas e incluso un zócalo en su ábside.
El pazo de Baladrón, una sorpresa en Ponte Maceira
También llamado Pazo de Quintás, llama la atención por su excelente estado de conservación. Si bien el origen de esta edificación es bastante incierto, presenta algunos elementos arquitectónicos clásicos de los pazos gallegos, lo que lleva a pensar que algunas de sus partes más antiguas puedan datar de alrededores del siglo XVIII, aunque no existe documentación fiable que lo confirme.
La estructura del conjunto es la de una preciosa casona formada por varias dependencias construidas a diferentes alturas y en épocas diferentes. El edificio más alto (que hacía de torre) pertenece a la primera construcción, mientras que el pasillo de la parte posterior es un elemento añadido en el siglo XX.

La parte más llamativa de la casa es la torre con dos pasillos en la parte alta, el más bajo con una barandilla de hierro y el más alto con una barandilla hecha en madera. Todo el complejo palaciego está rodeado por un muro de piedra engalanado con pináculos en el que se abre un portalón de madera coronado por una cruz, además de unos preciosos jardines con vistas sobre Ponte Maceira. En la actualidad, el pazo es la vivienda habitual de sus propietarios y no está abierto a la visita.
Los alrededores de Ponte Maceira
Si Ponte Maceira te parece una aldea muy bonita, sus alrededores no desmerecen para nada y una buena forma de conocerlos es hacer alguna ruta de senderismo. En ese sentido, se pueden contar por decenas las rutas que salen de los alrededores de esta aldea coruñesa.
Una de las más populares es una ruta circular de 16 kilómetros que remonta el río Tambre y se adentra en el Bosque Mágico de Negreira y parte de los municipios de A Baña y Ames. También vale la pena hacer la llamada ruta «de los Tres Pazos», cuyo recorrido también circular contempla el paso por los alrededores del Pazo de Cotón, el Pazo de Albariña y el propio Pazo de Baladrón.