Ermita de La Lanzada: descubre un lugar repleto de historia y leyenda en Galicia
Situada al final de una de las playas más famosas de Galicia se encuentra la Ermita de La Lanzada, uno de los templos más legendarios de las Rías Baixas. Un lugar repleto de misticismo asociado a leyendas e historias de todo tipo que es de obligatoria visita en cualquier escapada por la comunidad.
Ermita de La Lanzada: uno de los lugares más famosos y mágicos de Galicia
La noche del último fin de semana de agosto adquiere tintes mágicos en A Lanzada cuando decenas de mujeres se bañan en las aguas del Atlántico junto a la ermita de Nosa Señora da Lanzada. Lo hacen con la esperanza de que un milenario ritual les ayude a quedarse embarazadas. Un ritual que para completarse totalmente requiere de tocar 9 olas con el vientre durante el baño antes de acostarse en la Cuna da Santa, una roca con forma de cama situada en el acantilado detrás de la capilla.
Si bien la ermita de La Lanzada es muy antigua (románica del siglo XII), lo cierto es que este famoso rito lo es mucho más. Y así lo atestiguan los diversos restos arqueológicos encontrados en esta zona poblada ya mucho antes de la llegada de los romanos a Gallaecia. Cuando todavía los griegos estaban descubriendo el Mediterráneo, fenicios y cartagineses asentados en el sur de la Península Ibérica remontaron el Atlántico hacia el desconocido norte en búsqueda del preciado estaño.
Así no es de extrañar que en las investigaciones arqueológicas hechas en la zona se hayan hecho muchos descubrimientos. Lo atestiguan los restos de un poblado castrense que aún se puede ver hoy en día, de una antiquísima factoría de salazón de pescado del siglo II a. de C., de una necrópolis romana e incluso vestigios de la primitiva actividad minera desarrollada hace miles de años.

De la importancia de este enclave también da pistas la torre que levantó en 960 el obispo Sisnando para defender este litoral de los ataques vikingos, cuyos restos aún se pueden ver al lado de la ermita.
Para descubrir toda esta historia es una excelente idea hacer la excursión a las Rías Baixas desde Santiago de Compostela, en la cual podrás ver acompañado de un guía local experto esta mítica capilla y muchos más lugares de interés de las Rías Baixas gallegas.

Si solo quieres ver el entorno de la Ermita de La Lanzada otra opción para conocer la zona y su historia es recorrer el Sendeiro Máxico da Lanzada, un itinerario de 3 kilómetros que recorre el precioso entorno costero de esta zona del litoral de Pontevedra. Paso a paso siguiendo el itinerario veremos los restos de la antigua factoría de salazón, de la necrópolis romana y los restos de la torre que levantó en 960 el obispo Sisnando.
A lo largo del camino se disponen varios paneles informativos ideales para entender las curiosas tradiciones asociadas a La Lanzada y su capilla. Por ejemplo, la costumbre todavía vigente de muchos marineros de acudir a pedir la protección de la Virgen y agradecerle su intervención después de una mala experiencia en la mar. ¿Sabías que incluso dejan maquetas de sus barcos a modo de exvotos?
En estas tierras aún se siente durante el luscofusco la magia y la belleza de un mar con tanta historia. Aquí junto a la Ermita de La Lanzada se puede ver una de las puestas de sol más bonitas del norte de España. Quizás sea también esa una de las razones por las que este lugar es un atractivo tan simbólico en la cultura tradicional gallega.
Un entorno paradisíaco
La devoción que profesan los locales a la Ermita de La Lanzada y su virgen solo es equiparable a la que sienten por la playa homónima, la playa de A Lanzada. Este extenso y salvaje arenal de 2 kilómetros y medio de largo es para muchos la mejor playa de las Rías Baixas, motivo por el cual se abarrota en verano. Locales, turistas españoles y cada vez más extranjeros, además de muchos surfistas la frecuentan y disfrutan de sus bravas olas.
Situada en el extremo occidental de las Rías Baixas, el entorno en el que se encuentra la Ermita de La Lanzada es uno de los más hermosos de Galicia, sin duda alguna. El istmo que conecta, de forma natural, la península de O Grove con el enclave de A Lanzada representa un rincón único. Y no sólo por su evidente belleza paisajística, sino también por la variedad de fauna y flora que habita el Complejo Intermareal Umia–O Grove que hace de este un lugar de gran interés ambiental.

Es por ello por lo que además de sombrillas, neveras, palas o tablas de surf, en A Lanzada se ven muchos prismáticos. No obstante, esta playa y sus dunas representan uno de los mejores lugares para la observación de aves en Galicia, principalmente en invierno, época en la que miles y miles de aves eligen esta zona para pasar los meses más fríos.
Por la carretera PO-308 que conduce a O Grove existen varios observatorios asomados a la ensenada de O Vao, donde con un poco de suerte los aficionados a la ornitología podrán contemplar especies como la píllara das dunas, el correlimos, el zarapito trinador o el chorlitejo patinegro, uno de los emblemas de este espacio natural.
¿Cómo es la Ermita de La Lanzada?
La Ermita de La Lanzada es un sencillo templo de estilo románico tardío. Probablemente su construcción comenzase a finales del siglo XII o principios del siglo XIII, para lo que se aprovecharon los restos de una antigua ermita. La capilla se compone de una sola nave dividida en dos tramos por un arco triunfal que comunica la nave con un ábside semicircular más bajo.
Su fachada principal apenas presenta ornamentación, a excepción de la puerta adintelada con tímpano y un rosetón trifolio arriba. En el abside semicircular llaman la atención las cuatro columnas a modo de contrafuertes exteriores.

Dentro la ermita esconde un retablo barroco del siglo XVIII junto a una imagen de Santiago Apóstol y otra de la Virgen de La Lanzada. Aunque lo que más llama la atención sin duda es la maqueta de un barco colgada del techo, una ofrenda de los marineros de la zona en agradecimiento a Nuestra Señora de La Lanzada.
Se dice que la Capilla de La Lanzada fue propiedad del arzobispado de Santiago hasta el año 1110, pasando posteriormente a manos de doña Urraca hasta el año 1121. A partir de ese momento vivió los más diversos avatares en consonancia con los numerosos conflictos que se dieron en la Edad Media en la Península.
Así, fue destruida por los árabes y posteriormente reconstruída, sufriendo en el siglo XV serios daños durante la Revolta dos Irmandiños. Abandonada posteriormente, ha llegado hasta nuestros días como uno de los templos más simbólicos de Galicia.