Cascada de Barosa: un bonito paseo entre molinos centenarios y cascadas en las Rías Baixas
La cascada de Barosa es uno de esos lugares de Galicia que todo el que venga de viaje a esta comunidad debería conocer. En este lugar la arquitectura popular, la naturaleza, la piedra y el agua se combinan de forma maestra formando un entorno idílico en las Rías Baixas.
Fresnos, chopos, castaños, laureles, sauces, robles, pinos y alisos pueblan la ribera del río Agra, además de merenderos de piedra, varios puentes de madera y, lo mejor de todo, hasta 17 molinos de agua rehabilitados repartidos a lo largo de la cascada.
Un lugar encantador para refrescarse, recrear la vista con paisajes de postal y disfrutar de la perfecta unión entre el hombre y el entorno.
Cascada de Barosa: un encantador espacio natural en las Rías Baixas
La cascada de Barosa, también conocida con el nombre de Parque Natural del río Barosa, es un genial plan para pasar una agradable jornada en cualquier escapada por las Rías Baixas. Este espacio natural se encuentra muy cerca de la ciudad de Pontevedra, por lo que resulta siempre un destino popular tanto entre los gallegos como entre los cada vez más abundantes viajeros foráneos que eligen el sur de la comunidad gallega para sus vacaciones.
Los motivos por los que este espacio recibe cada vez más visitantes son variados y totalmente justificados. Y es que no solo estamos hablando únicamente de un parque natural. De hecho, no es un parque natural como los que solemos conocer, si no un pintoresco enclave que une importantes elementos de la arquitectura tradicional con la naturaleza.

Y es que aquí, donde el río Barosa desciende con gran fuerza hasta desembocar en la cascada de Barosa, el terreno en pendiente fue aprovechado para construir 17 molinos de agua, dando lugar a un paraje irrepetible, similar al de los Muíños do Folón e do Picón de O Rosal.
Un conjunto etnográfico y natural único que además se encuentra perfectamente acondicionado. La mayor parte de los molinos se han restaurado totalmente y 2 de ellos se han rehabilitado como restaurantes. También se construyeron hasta 3 puentes que cruzan el río y unen las diferentes zonas de los molinos de Barosa, además de una amplia área recreativa con mesas y barbacoas donde pasar un buen rato en familia o entre amigos.

El entorno de la cascada de Barosa es también ideal para disfrutar del agua durante los meses estivales, ya que existen zonas de baño, motivo por el que suele acoger bastantes visitantes que llegan aquí en busca de un momento refrescante.
Los molinos de Barosa
La cascada de Barosa es un espacio natural y de ocio de notable valor. Pero para los apasionados de la historia y las tradiciones lo más interesante es la serie de 17 molinos de agua dispuestos a lo largo de los diversos saltos de agua. Sin duda, un conjunto hidráulico único digno de ver.
La «muiñada», palabra que designa en gallego a un conjunto de molinos (muíños), puede visitarse gracias a una ruta que sube y baja por ambas riberas del río. Haciéndola se puede diferenciar las dos grandes zonas que forman el conjunto: los Muíños de Abaixo y los Muíños de Arriba.
Los molinos fueron recuperados en su momento por la organización Escola Obradoiro «Camiño de Santiago-Barro», que intentó poner en valor este excepcional conjunto etnográfico.

Los molinos de Barosa se extienden río abajo con una disposición de lo más característica que aprovecha la inclinada pendiente del terreno. Se trata de molinos de canal (canle en gallego) colocados de forma escalonada para aprovechar lo que en gallego se conoce como «levadas», es decir canales de agua.
Las construcciones tienen planta rectangular y tejado a 1 agua o 2 aguas cubierto con teja del país. Algunos son bastante grandes e incluso albergaban en su interior una vivienda. Lo más seguro es que se tratase de molinos de «maquía», donde los propietarios cobraban una parte de la molienda a las personas que traían el grano.
Pese a que se han realizado investigaciones, no se sabe con certeza el origen de la mayoría de ellos. Algunos están datados ya de época medieval, pues existe documentación sobre moliendas destinadas al Monasterio de San Martiño Pinario de Santiago de Compostela, aunque la mayoría de los de la actualidad posiblemente sean del siglo XVIII en adelante.
La historia se da cita en la cascada de Barosa de mil maneras, además de en sus molinos centenarios. Este mismo lugar fue protagonista de un importante episodio durante la Guerra de la Independencia tal como se encarga de recordar uno de los varios paneles informativos instalados en el parque.
En 1809 se enfrentaron aquí el batallón del cadete Benito Godoy Araujo contra un carruaje del mariscal francés Nicolas Jean de Dieu Soult, con resultado final de victoria para los españoles. Tal fue el arrojo y valentía de las gentes del lugar en su lucha ante la invasión francesa que incluso el mismo General inglés Lord Wellington pronunció: «Españoles, dedicaos todos a imitar a los inimitables gallegos».
¿Cuándo visitar la cascada de Barosa?
El entorno natural del río Barosa es un lugar de lo más popular en verano, cuando recibe la mayoría de los visitantes. Sin embargo, sus bonitos paisajes hacen que sea un placer visitarlo en cualquier época del año. Es más, la fuerza con la que baja el río en los meses de lluvias (otoño e invierno) hace que sea un momento ideal para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Los sucesivos saltos de agua generan un estruendoso sonido que culmina en el último y más grande salto de agua, la cascada de Barosa. También es en otoño cuando la vegetación de ribera ofrece su cara más bella, regalando paisajes con preciosas combinaciones de colores.
Un espectáculo de la naturaleza que puedes visitar y conocer en detalle al reservar una excursión a las Rías Baixas desde Santiago. Gracias a este tour podrás conocer este impresionante parque natural y otros fascinantes lugares de las Rías Baixas acompañado de nuestros guías locales expertos.